Nuestros toneles, redondos o ovalados, se hacen a mano, con roble cortado a cuartos.

Para domar la fibra resistente los toneleros utilizan el fuego y sólo después del proceso de doma, si el cliente lo pide, empieza el tostado.

El acabado se hace a mano, con cuidado y pasión, para que los toneles sean perfectos, tanto por dentro, para garantizar una limpieza fácil, como por fuera, para que sean magníficos en la bodega.

Todos están dotados de soportes, también hechos a medida, y de variados y prácticos accesorios de acero inoxidable.

Nuestras barricas, piezas únicas, se hacen a mano con el mejor roble.

El tostado se controla con sensores láser para garantizar la temperatura constante de la madera. Sólo de este modo logramos tostar profundamente.

Después del tostado instalamos los fondos y acabamos las barricas para que sean perfectas.

Todas se prueban con un exclusivo sistema a presión. Las barricas Pauscha solo se hacen con productos naturales, certificados para oxigenar y afinar al máximo sus vinos.

Para la fermentación del vino aconsejamos nuestras cubas. La madera tiene un efecto estabilizador en el vino.

Siempre utilizamos madera cortada en cuartos, de la cercana Estiria (Austria), de Francia o de Eslavonia.

Todas las cubas se hacen y acaban a mano, prestando especial atención al interior, para que la labor de vinificación sea fácil como la limpieza en la bodega.

Para las cubas disponemos de los accesorios de acero inoxidable más prácticos, además de los soportes de madera adecuados.